El primer ministro de Ucrania, Denis Shmigal, ha revelado la grave situación que enfrenta su país tras la invasión rusa de 2022, con más de un cuarto del territorio ucraniano actualmente minado. Según estimaciones, alrededor de 156,000 kilómetros cuadrados están contaminados con explosivos, representando un desafío monumental para la seguridad y la reconstrucción del país.
Las autoridades ucranianas han desplegado 750 grupos de expertos para desminar las áreas afectadas, logrando inspeccionar 80,000 kilómetros cuadrados desde el inicio del año. Sin embargo, eliminar completamente estos artefactos explosivos podría llevar décadas según Shmigal, quien enfatizó la necesidad de innovación y producción en masa de equipos para acelerar este proceso vital.
Las regiones más afectadas por la presencia de minas y explosivos son Járkov, Donetsk y Jersón, donde las tropas rusas avanzaron significativamente durante los primeros días de la guerra.
Esta situación no solo representa un riesgo continuo para la población civil, sino también un obstáculo considerable para la recuperación y el desarrollo de Ucrania en los años venideros.