Este viernes, La Corte Suprema de Estados Unidos ha decidido anular el histórico fallo Roe v. Wade de 1973 que reconocía el derecho constitucional de las mujeres para acceder al aborto.
En el histórico caso Roe v Wade, la Corte Suprema había dictaminado por una votación de 7 a 2 que el derecho de una mujer a interrumpir su embarazo estaba protegido por la constitución de los Estados Unidos. El fallo otorgó a las mujeres estadounidenses el derecho absoluto a abortar en los primeros tres meses (trimestre) del embarazo, permitiendo restricciones en el segundo trimestre y prohibiciones en el tercero.
Este revés al fallo Roe V. Made termina por otorgar una victoria trascendental a republicanos y religiosos conservadores que quieren limitar o prohibir el procedimiento. La decisión también equivale a una revocación total del precedente legal de la propia Corte Suprema, y es probable que establezca batallas políticas que dividan a la nación.
Fotografía: Evelyn Hockstein
El actual fallo impulsado por su mayoría conservadora, confirmó una ley de Mississippi respaldada por los republicanos que prohíbe el aborto después de las 15 semanas. La votación fue de 5 a 4 para anular a Roe, y el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, escribió por separado para decir que habría defendido la ley de Mississippi pero no habría dado el paso adicional de borrar el precedente por completo.
Al eliminar el aborto como un derecho constitucional, el fallo restaura la capacidad de los estados para aprobar leyes que lo prohíban. Veintiséis estados se consideran seguros o probables de prohibir ahora el aborto. Mississippi se encuentra entre los 13 estados que ya cuentan con las llamadas leyes desencadenantes diseñadas para prohibir el aborto si se revocara Roe v. Wade.
En los estados donde las opiniones sobre el aborto están muy divididas, como Pensilvania, Michigan y Wisconsin, la legalidad del procedimiento podría determinarse elección por elección. En otros, el fallo puede desencadenar una nueva ronda de batallas legales, incluso sobre si las personas pueden salir del estado para abortar u ordenar medicamentos abortivos a través de los servicios de correo.
Los gobernadores demócratas de varios estados, incluidos California, Nuevo México y Michigan, ya han anunciado planes para consagrar el derecho al aborto en sus constituciones si se anula Roe v Wade.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también se reunió el jueves con los fiscales generales demócratas de siete estados para discutir cómo defender el derecho al aborto.
