Protestas y tensión opacan desfile militar de Trump en Washington

La celebración del 250 aniversario del Ejército de EE.UU. se desarrolla en medio de protestas masivas y episodios de violencia política.

Washington, D.C., 12 de junio de 2025.- El esperado desfile militar encabezado por el presidente Donald Trump en Washington para conmemorar el 250 aniversario del Ejército de Estados Unidos se vio empañado por una jornada de fuertes protestas, tensiones políticas y violencia.

Mientras los tanques, vehículos blindados y piezas de artillería desfilaban por la histórica Constitution Avenue, cientos de miles de personas se movilizaron en diversas ciudades, como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, para expresar su rechazo al presidente. Las manifestaciones, organizadas bajo el lema No Kings Day, se desarrollaron bajo consignas en defensa de los derechos civiles, de los migrantes y en contra de la agenda política y migratoria de Trump.

En el mismo Washington, veteranos de guerra, activistas hispanos y ciudadanos estadounidenses protestaron frente a la Casa Blanca exigiendo respeto a las comunidades migrantes. Las manifestaciones fueron pacíficas en su mayoría, aunque en algunos momentos se registraron altercados cuando grupos de simpatizantes de Trump confrontaron a los manifestantes, obligando al Servicio Secreto a intervenir.

La jornada de protestas coincidió además con un trágico episodio de violencia política en Minnesota, donde una legisladora demócrata y su esposo fueron asesinados por un hombre armado, en un hecho que llevó a cancelar las protestas programadas en ese estado.

En paralelo, la ciudad de Los Ángeles vivió momentos de tensión por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional y marines federales, situación que ha sido impugnada legalmente por el gobernador Gavin Newsom. Manifestantes denunciaron la militarización del espacio público y exigieron la retirada de las tropas federales.

El desfile militar, que costó entre 25 y 45 millones de dólares según estimaciones oficiales, ha sido criticado como un gesto autoritario y un despilfarro de recursos públicos, en medio de los recortes presupuestales promovidos por la propia administración Trump.

Pese al contexto adverso, Trump defendió el evento como un acto patriótico: “Todos los demás países celebran sus victorias, ya es hora de que Estados Unidos también lo haga”, afirmó durante el desfile, seguido desde una tribuna protegida con cristal blindado.

Las protestas en diversas ciudades congregaron también a figuras públicas, como el actor Mark Ruffalo, quien se sumó a las manifestaciones en Manhattan.