De contar con cinco diputados en el Congreso de Michoacán, ahora el PRD sólo está representado por dos diputadas, esto luego de la reciente renuncia de la legisladora Mónica Valdez Pulido, quien decidió brincar a Morena.
La tercera cubetada de agua helada para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Congreso de Michoacán se registró apenas este miércoles, cuando la diputada Mónica Valdez anunció su adhesión a Morena, después de haber operado en varias votaciones a favor del partido guinda.
Si bien Mónica Valdez pertenecía ya a la Representación Parlamentaria, y no la bancada perredista, la noticia fue noticia debido a que la experredista seguía en las filas del PRD. Hoy ya no.
La crisis que vive la bancada del PRD en el Congreso local no es nueva, ya que, en cadena, sus integrantes se han diluido cual cubo de hielo en la presente temporada de calor.
Las primeras dos diputadas que decidieron salir del grupo parlamentario amarillo fueron justamente Mónica Valdez y Fanny Arreola, quienes pasaron a formar parte de la Representación Parlamentaria del Congreso de Michoacán, tras decirse relegadas por la dirigencia que hoy encabeza Octavio Ocampo Córdova.
A estas les siguió su excoordinador parlamentario, Víctor Manuel Manríquez, quien de igual forma decidió alinearse con la Representación Parlamentaria y, casi simultáneamente, afiliarse a Movimiento Ciudadano.
Hoy de la minibancada del PRD, constituida en un inicio por cinco diputados, sólo quedan dos: Julieta Gallardo Mora y Guadalupe Díaz Chagolla, fieles alfiles del exgobernador Silvano Aureoles Conejo.
Bajo este tenor, la agenda legislativa del PRD es casi inexistente y sus propuestas están siempre sujetas a lo que dicte el endeble bloque legislativo que construyó junto al PAN y el PRI en el Congreso de Michoacán.