NFL en la encrucijada ante los cambios

La NFL libra una batalla de años entre hacer el juego de futbol americano más seguro para los jugadores y no dejar que esto cambie las reglas a tal grado que cambie la naturaleza del deporte de contacto.

La tacleada en el campo que puso en riesgo la vida del safety Damar Hamlin fue un recordatorio del gran riesgo inherente de una de las propiedades de entretenimiento más grandes del mundo, siendo la liga que mejor ingresa por derechos de transmisión, la que compite con su Super Bowl ante eventos de audiencia global como una Champions League o un Mundial de Futbol.

La NFL se ha enfrentado a un intenso escrutinio sobre la forma en que maneja la salud de los jugadores, especialmente por sus protocolos de conmoción cerebral. Por un lado, en Estados Unidos se ha presentado la consideración de padres de familia de evitar que sus hijos practiquen este deporte en colegios, y en otra arista, fans asiduos de la NFL han protestado por los cambios en las reglas que han limitado la rudeza del contacto, sobre todo, el choque entre cascos durante las jugadas.

En el 2018 cuando la NFL aprobó su nueva regla que prohíbe bajar la cabeza para iniciar el contacto con el casco. En las redes sociales, los fans mostraron su molestia por los cambios “significativos” en las reglas.

¿Es posible hacer que el futbol americano sea más seguro sin dejar de ser el deporte que Estados Unidos conoce y ama?

Hay una razón por la que NFL Films solía producir videos con títulos como “Crunch Course”, celebrando los golpes más brutales en el campo. Hay una razón por la que ESPN solía hacer un “Jacked Up!” segmento que mostraba a los jugadores siendo golpeados sin sentido. La NFL dejó de celebrar los grandes choques porque vio que es más difícil defenderse de un litigio por conmoción cerebral, pero no porque no hubiera un mercado para esos videos.

Un cambio fundamental en el juego es algo que millones de estadounidenses quieren ver en el nivel juvenil, pero otra parte, no quieren verlo en el nivel profesional.

La seguridad de los jugadores, nuestra salud personal, ahora es más importante de lo que solía ser. Eso va a ser importante a nivel universitario. Eso será específicamente importante para la escuela secundaria y los niveles juveniles”, comentó un analista del medio Wire.

Entre otros incidentes de esta temporada se puede mencionar el del quarterback de los Miami Dolphins, Tua Tagovailoa, quien aterrizó en el protocolo de conmociones cerebrales de la NFL dos veces en varios meses.

“Creo que es posible hacer que el juego sea más seguro, pero es difícil hacerlo completamente seguro. Puede ser un juego violento y brutal”, dijo el neurocirujano y corresponsal médico jefe de CNN, el Dr. Sanjay Gupta.

En el verano del 2022, un estudio de la Universidad de Ohio, en Columbus, reveló que de casi 4,000 adultos encuestados en Estados Unidos, el 45 % estuvo de acuerdo en que el fútbol americano es un “deporte apropiado para que lo jueguen los niños”. Mientras que el resto, no estuvo de acuerdo, y solo un 5% contestó que no estaba seguro.

No solo exjugadores de fútbol americano, sino también atletas que han practicado otros deportes de contacto, como el hockey y el boxeo, han presentado casos de CTE (Encefalopatía Traumática Crónica) que es una forma de degeneración cerebral causada por un traumatismo craneal repetido.

Cuando se trata de deportes juveniles, los posibles efectos a largo plazo de la conmoción cerebral no están claros, según la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).

La AAP es uno de los muchos grupos médicos y relacionados con el deporte que han presentado estrategias para hacer que el fútbol sea más seguro para los niños. Incluyen prohibiciones de tacleadas de cabeza y ciertos ejercicios de “alto riesgo”, y tener entrenadores atléticos presentes en las prácticas y juegos, para ayudar a garantizar que los jugadores con posibles conmociones cerebrales sean retirados del campo.

Estados Unidos es una nación que abraza el futbol americano como parte de su identidad, pese a que la ciencia ha revelado las consecuencias para la salud. La CTE es la enfermedad neurológica asociada con golpes repetidos en la cabeza, conocida por afectar a más de 300 exjugadores de la NFL, y quizás a cientos más (la condición solo puede diagnosticarse definitivamente después de la muerte). Después de años de resistirse a la idea de que el traumatismo craneoencefálico causaba CTE, la NFL finalmente reconoció el vínculo entre CTE y el fútbol en 2016.

“Ves jugadores en el campo que se lastiman, pero no ves jugadores que sufran un paro cardíaco. Básicamente, lo de Damar fue una revelación para tantos padres que tienen hijos a los que les encanta el fútbol. Los padres pueden dudar un poco más en querer que su hijo juegue”, dijo el miembro del Salón de la Fama de la NFL Harry Carson, ex apoyador de los New York Giants.

Mientras tanto, la NFL representa un imperio deportivo por el espectáculo que representa. Cuenta con la venta más cara en la historia del deporte (los Denver Broncos se vendieron por 4,065 millones en 2022), Amazon le paga a la liga alrededor de 1000 millones al año por el Thursday Night Football y el Super Bowl LVI reunió unos 99.7 millones de espectadores. Sin embargo, la tragedia de Damar le da al imperio una de sus peores tormentas.