Combinar música y deporte es una manera efectiva y sencilla de aumentar el rendimiento deportivo. La música cada vez está más presente en las competiciones deportivas, y esto puede tener una doble función: por una parte animar y entretener al público y por otra servir de ayuda a los deportistas.
La relación entre ambas variables ha sido ampliamente estudiada por los psicólogos del deporte. Los resultados parecen indicar que el uso de la música tiene un efecto positivo sobre las capacidades del deportista. Sin embargo, los procesos o mecanismos que explican esta relación todavía no están del todo claros.
Por otro lado, los diferentes estudios se han centrado en diversas variables como comparar estilos musicales, modalidades de ejercicio o la duración del efecto. Sea cual sea el enfoque que se haya utilizado la conclusión general en la que están de acuerdo es que este efecto tiene un límite y no podrás ir más allá del techo de rendimiento.
Con todo lo anterior, a continuación vamos a tratar de clarificar el porqué de la relación entre música y deporte.
Mejora el estado de ánimo
Normalmente uno tiende a escuchar canciones que coincidan con su estado de ánimo como una manera de sentirse sentirse acompañado. Sin embargo, es posible utilizar su poder para regular las emociones negativas.
No hace falta ser deportista para darse cuenta de que la música es capaz de cambiar los estados de ánimo. Los diferentes ritmos musicales pueden hacer que uno se sienta más enérgico y activado; o por el contrario, más calmado y relajado.
Además, la música de carácter alegre funciona como un distractor de las sensaciones negativas. Pero no solo ayuda a sentirse mejor porque distrae, sino que también canaliza y relativiza los pensamientos negativos.
Reduce la ansiedad antes de competir
La ansiedad antes de una competición es un fenómeno muy presente en los deportistas tanto amateur como profesionales. Aún así, que sea algo común no significa que sea inocuo. De hecho, la falta de recursos para afrontar la ansiedad afecta de forma negativa al rendimiento.
Existen muchos recursos para disminuir la ansiedad antes de competir como practicar mindfulness, controlar la respiración, el uso de rutinas, y la música puede ayudar a quitarse esos nervios innecesarios, especialmente previo a la competencia.
Según un estudio realizado por la Universidad de las Islas Baleares, escuchar música es una de las estrategias de afrontamiento del estrés más utilizada por los nadadores expertos y novatos.
Crea ambientes donde el aprendizaje es más sencillo
Otro potencial uso de la música en el deporte es en el proceso de aprendizaje de las habilidades motoras. Y es que los humanos somos muy sensibles a los patrones rítmicos y nos beneficiamos mucho de la música para aprender y memorizar.
En relación con esta idea se creó la musicoterapia como un modo de favorecer el aprendizaje con sentido y significado. La aplicación de esta disciplina dentro del contexto académico ha demostrado tener muchos efectos positivos sobre la motivación y el rendimiento de los alumnos.
Dentro del ámbito deportivo la aplicación de la musicoterapia ha sido muy escasa. No obstante, hay razones para creer que los beneficios son generalizables a la práctica deportiva.
Saca partido a tus entrenamientos añadiendo música
Parece increíble como un elemento tan presente en nuestras vidas puede tener tantos beneficios. La música es capaz de mejorar el estado de ánimo, favorecer el aprendizaje y reducir los estados negativos. Y no solo en el contexto deportivo, sino que estos efectos se dan en cualquier ámbito de aprendizaje.
Muchos entrenadores, preparadores y deportistas deberían tomar nota de esto y empezar a incluir la música en las rutinas como si fuese un elemento más. Las ganancias se empezarán a notar incluso desde el primer entrenamiento, por lo que la motivación y el interés estarán garantizados.