Las mordidas y las extorsiones son una constante en la operatividad de los agentes de tránsito de la Policía Morelia, así lo denunciaron decenas de ciudadanos, y así lo reconoce también el presidente, Alfonso Martínez Alcázar.
En un sondeo realizado por este medio de comunicación, decenas de ciudadanos coincidieron en que los agentes de tránsito de Morelia dedican sus días laborales a extorsionar a la ciudadanía capitalina, derivado de presuntas infracciones de tránsito que, en la mayoría de los casos, son desechadas por el Tribunal de Justicia Administrativa.
Y es que, de acuerdo con el presidente de dicho tribunal, Hugo Gama Coria, el 90 por ciento de las infracciones que levanta la Policía Morelia, y se presentan ante la instancia a su cargo, no son procedentes, es decir, carecen de sustento para ser ejecutadas.
“Estaba estacionado, con intermitentes, y un tránsito municipal me infraccionó por estar en el celular, le expliqué que no estaba en circulación, pero él insistió en que sí, que según previamente ya me había sorprendido con el teléfono en la mano, lo cual no era cierto”, denunció un joven, de nombre Fernando Hernández.
En el anonimato, otro ciudadano expuso un caso más de extorsión por parte de la Policía Morelia: “me infraccionaron por girar en una vuelta continua, ¡en una vuelta continua!, los tránsitos no leen ni siquiera su reglamento”.
Alfonso Martínez reconoce corrupción
A éstos, se sumaron decenas de casos donde la ciudadanía denunció haber sido extorsionada por elementos de tránsito municipal, lo que niega el Comisionado para la Seguridad en Morelia, Alejandro González Cussi, pero reconoce Alfonso Martinez Alcázar.
El presidente se dijo consciente de que los tránsitos municipales inciden en extorsiones al momento de detener a conductores de camiones de carga que circulan por la ciudad, situación que -dijo- se corregirá a partir de que se aprobó la nueva Ley de Movilidad de Michoacán.
Ante este escenario, 8 de cada 10 ciudadanos abordados por este medio de comunicación dijeron haber sido víctimas de algún tipo de extorsión por parte la Policía Morelia, corporación que presume ser “la más chingona”.