En dos heroicas operaciones, equipos de rescate salvaron a once migrantes centroamericanos de las gélidas aguas del Río Bravo, en Coahuila. Entre los rescatados se encontraban cinco menores de edad, uno de ellos luchando contra la inconsciencia.
El primer incidente tuvo lugar el sábado por la noche, cuando el Grupo Beta de Piedras Negras, Coahuila, respondió a una llamada de emergencia del C-4. Una familia guatemalteca, compuesta por una mujer, un hombre y tres niños, se encontraban en el agua cerca de la Colonia Morelos, con riesgo de hipotermia. El más joven, un niño de cinco años, estaba semiinconsciente.
Los equipos de rescate los subieron a un aerobote, proporcionándoles sábanas térmicas antes de trasladarlos al lado mexicano, donde fueron atendidos por la Cruz Roja Mexicana en el Hospital Salvador Chavarría.
El segundo incidente ocurrió la noche del domingo, cuando seis mujeres hondureñas fueron avistadas pidiendo ayuda en el Río Bravo cerca del Puente Internacional Uno. Los agentes de Grupo Beta las rescataron, brindándoles primeros auxilios y trasladándolas al mismo hospital para su evaluación médica.