
México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el sacerdocio en América Latina, según el más reciente informe del Centro Católico Multimedial (CCM). Desde 1990, han sido asesinados 59 sacerdotes, un cardenal, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y una periodista católica, además de registrarse amenazas, agresiones y el robo sistemático de patrimonio religioso.
El reporte “Violencia contra sacerdotes, religiosos e instituciones de la Iglesia Católica en México”, advierte que los delitos contra miembros y bienes de la Iglesia superan los registrados en países como Colombia, Brasil o Guatemala. La organización, dependiente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, sostiene que los ataques van desde asesinatos y secuestros hasta la profanación de templos y el saqueo de arte sacro, en muchos casos ligados al crimen organizado.
Uno de los casos más recientes es el del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, desaparecido el 4 de octubre en Guerrero y hallado sin vida tres días después. El CCM recordó que hay además dos sacerdotes desaparecidos desde hace más de una década, y que las extorsiones y amenazas contra religiosos son cada vez más frecuentes. Según el informe, cada semana se profanan en promedio 26 recintos sagrados, lo que representa el 12 % de los templos del país.
El organismo también alertó sobre el tráfico ilegal de arte sacro, que ha dejado el robo de al menos 1,450 piezas entre 2000 y 2018, y señaló que sólo el 6 % de los ataques contra templos o ministros de culto llegan a denunciarse formalmente. “México es hoy el primer país latinoamericano con más ataques violentos a recintos sagrados. Es una crisis silenciosa que amenaza la libertad religiosa y el patrimonio cultural del país”, concluye el informe.