En medio de las colinas de Zacatecas, se encuentra la tranquila comunidad de Malpaso, un lugar que, a primera vista, podría pasar desapercibido en el mapa. Con una población de aproximadamente 3,400 personas, esta comunidad se caracteriza por su belleza natural y una población diversa.

Malpaso se encuentra a una altitud de 2,120 metros sobre el nivel del mar, lo que le otorga un clima fresco y agradable durante la mayor parte del año. Sin embargo, detrás de su aparente serenidad, se esconden desafíos significativos.

Con 21 miembros pertenecientes a pueblos indígenas que hablan sus lenguas ancestrales, la diversidad cultural se hace presente en esta comunidad. A pesar de su pequeño tamaño, estas personas han logrado mantener sus tradiciones y un hogar propio en Malpaso.

En lo que respecta a infraestructura, aproximadamente 680 hogares cuentan con instalaciones sanitarias, y solo 747 tienen acceso a la luz eléctrica. La brecha tecnológica también se hace evidente, ya que solo 70 hogares tienen computadoras. Sin embargo, la mayoría de los residentes cuentan con lavadoras y televisores, lo que demuestra una prioridad en comodidades básicas.

Uno de los desafíos más notables en Malpaso es la educación. Con un promedio de solo 6 años de escolaridad, la comunidad enfrenta dificultades para acceder a oportunidades educativas de calidad. Solo 177 jóvenes de 15 a 24 años han asistido a la escuela, lo que destaca la necesidad de invertir en la educación de las generaciones futuras.

La reciente tragedia que afectó a Malpaso, con el secuestro y posterior fallecimiento de seis adolescentes, ha dejado una profunda huella en la comunidad. Este evento doloroso ha llamado la atención sobre la importancia de la seguridad y el apoyo social en esta región.