En un contexto de creciente preocupación internacional, la República Democrática del Congo (RDC) se enfrenta a una crisis sanitaria de gran magnitud, con 548 muertes registradas en 2024 debido a la enfermedad mpox, anteriormente conocida como viruela del mono. El brote, que ha afectado a prácticamente todas las provincias del país, ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una emergencia de salud pública de alcance internacional.
El ministro de Sanidad congoleño, Roger Kamba, informó en un comunicado difundido en redes sociales que se han detectado 15,664 casos potenciales en lo que va del año. Ante esta situación, el gobierno de la RDC ha implementado un plan de respuesta basado en tres pilares fundamentales: la sensibilización y movilización comunitaria, la prevención sanitaria mediante la vacunación masiva y la movilización de recursos internacionales, en colaboración con organismos como la Unión Africana (UA).
La emergencia actual es la segunda vez en dos años que el mpox se considera una amenaza sanitaria internacional, tras la alerta levantada en mayo de 2023 luego de un brote global que se extendió durante 2022. En esta ocasión, la OMS ha destacado que los brotes en África se deben a la circulación de múltiples variantes del virus, lo que ha complicado los esfuerzos para controlar su propagación.
El aumento del 160% en los casos de mpox en África entre 2023 y 2024, reportado por el director general de los CDC de África, Jean Kaseya, subraya la gravedad de la situación. Con un suministro de vacunas que apenas alcanza las 200,000 dosis, lejos de los más de diez millones necesarios para contener la emergencia, la respuesta internacional se ha convertido en una carrera contrarreloj para evitar una catástrofe sanitaria mayor.
El brote de mpox no solo ha afectado gravemente a la RDC, sino que también se ha extendido a otros países africanos, como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda, donde se han registrado infecciones por primera vez en 2024. En la República Centroafricana, un brote declarado el 1 de agosto marca otro punto crítico en la expansión de esta enfermedad.
La situación en África es alarmante, con nuevas infecciones reportadas en Sudáfrica, Costa de Marfil, Camerún, Liberia y Nigeria, lo que evidencia la rápida expansión del mpox en el continente. La comunidad internacional observa con preocupación la evolución de esta crisis, que podría desbordarse si no se toman medidas más contundentes y coordinadas a nivel global.