En medio de la búsqueda de la reelección, el alcalde Alfonso Martínez Alcázar enfrenta críticas por su estrategia de acarreo, ofreciendo lonches, transporte y promesas de pipas de agua a colonias afectadas por el desabasto hídrico. Operadores condicionan apoyos a ciudadanos para respaldar su registro como precandidato en el Partido Acción Nacional (PAN).

Las redes sociales y chats se convierten en plataformas donde se negocian apoyos desde colonias del oriente de Morelia, mientras el alcalde presiona a sindicalizados y su gabinete para respaldarlo en eventos protocolarios. Sin embargo, las promesas de apoyo se ven opacadas por reclamos de colonos que llegan en camionetas y camiones, exigiendo el respaldo prometido.

Preguntado por la prensa sobre el acarreo y la participación de funcionarios en sus eventos políticos, Martínez Alcázar se defiende acusando persecución política, aunque la situación evidencia la criticidad de la situación.

Los fines de semana, destinados al acarreo, coinciden con un aumento de delitos como homicidios, resaltando la necesidad de abordar la crisis de seguridad en paralelo a la estrategia política del alcalde.