A pesar de las promesas formuladas durante su campaña electoral, Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal de Morelia y miembro del Partido Acción Nacional (PAN), no ha logrado cumplir con su compromiso de garantizar la seguridad en la ciudad. La inseguridad en Morelia ha alcanzado niveles alarmantes durante su segunda administración, desatando una serie de problemas que han afectado a la comunidad.

Desde el inicio de su mandato, se han registrado incidentes graves en la ciudad, como balaceras en bares y centros nocturnos. Uno de los episodios más trágicos tuvo lugar en el bar Cantina 25, donde al comienzo de la administración de Martínez Alcázar se desató una balacera que resultó en la muerte de al menos seis personas y dejó a dos heridas de gravedad.

La Policía de Morelia ha sido criticada por su aparente ausencia en áreas de alta incidencia delictiva, como el Centro Histórico, donde se han reportado a diario actos de violencia, cristalazos y robos. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas por el gobierno municipal.

Martínez Alcázar había declarado en campaña que estaba “preparado para trabajar por Morelia” y que recuperaría la confianza en la Policía. Sin embargo, la realidad actual demuestra que estas palabras no se han traducido en resultados tangibles. La falta de respuesta efectiva ante la creciente violencia ha llevado a la percepción de que la seguridad en la ciudad no va por el camino correcto, tal como el propio alcalde admitió.

Incluso con la presencia policial en diversos puntos de la ciudad, los delincuentes han continuado operando con impunidad. Bares como Vertical han sido víctimas de ataques incendiarios, y se han reportado balaceras en el estacionamiento de Plaza Las Américas.

Los asesinatos y robos son eventos cotidianos en Morelia bajo el liderazgo de Alfonso Martínez Alcázar, dejando en claro que las promesas de seguridad en su campaña han quedado en el olvido.