El presidente Joe Biden, quien anteriormente prometió no construir más muros fronterizos, anunció la construcción de barreras adicionales en el Valle del Río Grande, alegando que no cree que los muros funcionen. Esta decisión se produce en un momento en que una nueva oleada de inmigrantes pone a prueba los recursos federales y la presión política sobre su administración.
El Gobierno planea renunciar a 26 leyes para financiar la construcción de estos muros, utilizando fondos previamente asignados a barreras físicas fronterizas. Biden explicó que intentó redirigir estos fondos, pero no tuvo éxito debido a las restricciones legales. A pesar de esta medida, el presidente insiste en que no cree en la efectividad de los muros fronterizos.
Las autoridades federales se enfrentan a una creciente entrada ilegal de inmigrantes en el Valle del Río Grande, lo que ha generado preocupación en todo el país. La Patrulla Fronteriza ha informado de casi 300,000 encuentros en esta región entre octubre y agosto pasados.
La decisión de Biden refleja la complejidad de la crisis migratoria en curso y la necesidad de abordarla desde múltiples perspectivas, incluso a pesar de su posición previa sobre los muros fronterizos.