La “designación” o imposición de Raúl Morón como candidato al Senado de la República cuestiona seriamente el método con el que morena elige a sus candidatos

El llamado profesor no ganó una sola encuesta, ni en las públicas ni las internas de él, ni las de morena y mucho menos en las de Torres Piña, lo que genera desde ya incertidumbre sobre la utilidad que tendrán las subsecuentes encuestas para definir a los candidatos a diputados federales, estatales y presidentes municipales.

Morón carga sobre sus hombros una fallida administración en Morelia, donde fueron evidentes los retrocesos que la capital michoacana registró durante su cuestionado mandato; los morelianos no perdonan al profesor -olvidémonos de su pasado beligerante- el haber dejado como alcalde al “Jarocho” Humberto Arróniz. Los inscritos a todos los cargos de elección popular están preocupados, nerviosos con esa designación.

Al día de hoy existe una falta de credibilidad en las encuestas de morena. No lo dicen abiertamente, pero alcaldes, diputados locales, federales, así como los inscritos a todos los cargos de elección popular están nerviosos con ese “dedazo” todos saben que Morón no ganó, que lo impusieron.

-Armando Flores