La película está basada en uno de los momentos más oscuros de la historia de EE UU: el FBI y su involucramiento en el asesinato de líderes activistas.

Judas y el Mesías Negro es una de la cintas con más nominaciones para el óscar. Y no es de extrañarse, pues cuenta con dos grandes actores, una trama envolvente y una gran ambientación. La película está basada en el ascenso de Fred Hampton dentro del Partido de las Panteras Negras (BPP por sus siglas en inglés).

Fred Hampton era un joven carismático, inteligente y con gran visión sobre la problemática racial y de desigualdad que se vivía en EE UU en los 60’s. Hampton representaba una amenaza para la seguridad interna de EE UU, o al menos así lo entendió el FBI, pues creían que reunía muchas de las características fundamentales para ser un gran líder revolucionario.

A su corta edad, Hampton logró unificar a muchas organizaciones activistas y aglutinarlas para perseguir un fin más ambicioso. Cabe resaltar que el BPP era una organización marxista-leninista, por lo que en plena guerra fría, el tener una organización de esas características dentro del territorio estadounidense, suponía una amenaza más latente y próxima que los rusos, chinos o vietnamitas.

Es por eso que el FBI decidió infiltrarse en la organización para asesinar a Fred Hampton antes de que el BPP creciera de manera irreversible y la amenaza se volviera incontrolable. Para eso se hicieron de William O’Neal, un afroamericano joven y con un gran historial de crímenes menores.

O’Neal fue chantajeado para ingresar al BPP para poder infiltrarse y conseguir información valiosa para el FBI para poder desbaratar desde dentro a las panteras. Si O’Neal se negaba entonces sería procesado y encarcelado por su largo historial de crímenes, sin embargo, si accedía el FBI podría borrar todo su historial criminal además de remunerarlo económicamente.

Al final O’Neal, luego de tener muchas dudas, accede a participar en un plan para asesinar a Hampton junto con el FBI. El asesinato de Hampton se dio a modo de una emboscada en su refugio, y fue asesinado mientras dormía junto con otros miembros de las panteras negras.

El verdadero William O’Neal dio una entrevista 20 años después de la muerte de Hampton, en la cual se le veía diletante y un tanto culpable. Poco tiempo después O’Neal se suicidó, presuntamente por la culpa de haber traicionado al BPP y haber participado en el asesinato de Hampton.