Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se declaró culpable de narcotráfico ante una corte federal de Chicago, tras modificar su postura inicial en el caso. Durante la audiencia del 1 de diciembre de 2025, también reconoció haber secuestrado al narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del cártel de Sinaloa.

El cambio de declaración ocurre más de un año después de su arresto en Texas, cuando negó participar en narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas dentro de “Los Chapitos”, grupo señalado como heredero del imperio criminal del Chapo.

Según el acuerdo de culpabilidad, Guzmán López engañó al Mayo fingiendo que necesitaba su ayuda para resolver una disputa. Sus cómplices lo sometieron, lo encapucharon y lo llevaron a un aeródromo para trasladarlo a Estados Unidos. Aceptó que actuó con la esperanza de recibir indulgencia de las autoridades estadounidenses.

La fiscalía aseguró que pedirá una pena menor a cadena perpetua debido a su cooperación. Zambada, quien se declaró culpable de narcotráfico en agosto, también enfrenta una larga condena en EUA.

Las detenciones de ambos capos han detonado una ola de violencia interna en el cártel de Sinaloa, que suma más de 1,200 muertos y cerca de 1,400 desaparecidos, según cifras oficiales. El gobierno de EUA acusa a la organización de traficar fentanilo y cocaína a gran escala, y de operar mediante sobornos, asesinatos, secuestros y agresiones.