El gobierno de Jamaica declaró a todo el país como “zona catastrófica” tras los severos daños provocados por el huracán Melissa, que arrasó la isla durante la noche del lunes dejando una estela de destrucción, miles de desplazados y amplias zonas sin energía eléctrica.
El ministro del Gobierno Local, Desmond McKenzie, informó que más de 25 mil personas permanecen refugiadas, casi el doble de lo reportado inicialmente, principalmente en las regiones de Black River y Manchester, las más afectadas por los vientos e inundaciones.
“Hemos visto la extensión de los daños. Estamos con ustedes y deseamos lo mejor para todos”, expresó el funcionario, quien pidió mantener abiertos los refugios ante la llegada de más damnificados.
Aunque el número oficial de fallecidos se mantiene en tres, medios internacionales reportan al menos siete víctimas y más de medio millón de personas sin electricidad. Además, unos 25 mil turistas permanecen varados mientras la tormenta avanza hacia Cuba, donde ya fueron evacuadas 700 mil personas.
AEl primer ministro Andrew Holness advirtió que persisten las alertas por inundaciones y deslaves en el norte y suroeste de la isla. “Melissa dejará de 75 a 150 milímetros de lluvia adicionales, especialmente en zonas montañosas. Las condiciones siguen siendo peligrosas”, alertó.
Mientras tanto, brigadas trabajan para restablecer gradualmente la electricidad y limpiar las vías obstruidas por árboles y cables caídos, mientras Jamaica intenta levantarse una vez más ante una de las peores tormentas de los últimos años.








