
En un giro inesperado en el conflicto en la Franja de Gaza, Israel y el grupo islamista Hamás firmaron en la madrugada de este jueves la primera fase del plan de paz promovido por Estados Unidos, que incluye la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos y la retirada parcial del Ejército israelí de ciertas áreas del enclave.
El acuerdo, anunciado por el presidente estadounidense Donald Trump, se concretó tras cuatro días de negociaciones indirectas a través de Qatar, Egipto, Turquía y Estados Unidos. Trump celebró el avance como “un gran día para el mundo árabe y musulmán, Israel, las naciones vecinas y los Estados Unidos”. Según el mandatario, los rehenes israelíes serán liberados el próximo lunes, y Estados Unidos participará en la reconstrucción de Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó el acuerdo como “un gran día para Israel” y aseguró que su Gobierno ratificará el pacto de inmediato. Por su parte, el presidente Isaac Herzog expresó que “el corazón de Israel late al unísono con los rehenes y sus familias”, mientras que las organizaciones de familiares de cautivos pidieron la aprobación urgente del acuerdo y recordaron que la lucha continuará hasta que regrese el último rehén.
Hamás destacó que el pacto establece la retirada israelí, ayuda humanitaria y el intercambio de aproximadamente 1,950 prisioneros palestinos. La ONU y los países mediadores urgieron a garantizar un alto al fuego permanente y el acceso inmediato a asistencia humanitaria, instando a aprovechar esta oportunidad histórica para avanzar hacia una solución de dos Estados que permita una convivencia pacífica entre israelíes y palestinos.