El Ejército israelí llevó a cabo la demolición de la sede legislativa y gubernamental de Hamás en Gaza, justificando la acción como parte de su política para prevenir actividades terroristas en edificios vacíos.
Las tropas israelíes también capturaron varios puntos estratégicos del grupo palestino, incluyendo la sede de la policía y una facultad de ingeniería utilizada para la producción de armas.
La escalada de tensiones no se detuvo allí. En una operación selectiva, soldados israelíes intervinieron en el hospital Al Shifa, dejándolo sin electricidad, agua potable y comida, afectando a unas 3,000 personas, entre desplazados, personal médico y pacientes.
Estos eventos se enmarcan en el conflicto que estalló el 7 de octubre, cuando Israel declaró la guerra a Hamás en respuesta a un ataque masivo del grupo islamista. Las operaciones militares de Israel en la Franja de Gaza desde entonces han dejado un saldo devastador, con más de 11,300 muertos, 29,200 heridos y 3,600 desaparecidos bajo los escombros.