Con el arranque de la temporada de lluvias, comenzó en distintas regiones de Michoacán la siembra del cempasúchil, la flor tradicional del Día de Muertos que cada año adorna altares, panteones y espacios públicos entre finales de octubre y principios de noviembre.
Productores de municipios como Copándaro, Tarímbaro y Zitácuaro ya preparan la tierra para garantizar una floración óptima. El proceso de cultivo tarda entre tres y cuatro meses, por lo que el trabajo debe iniciar entre junio y julio, con el objetivo de tener flores listas para las festividades.
El cempasúchil, de color anaranjado intenso y aroma inconfundible, es una flor simbólica que no solo forma parte de la identidad cultural de México, sino que también representa una fuente de ingresos para cientos de familias productoras. En algunas comunidades, se han impulsado además ferias y rutas turísticas que permiten a visitantes conocer el proceso de cultivo y adquirir flores directamente del campo.
Con esta siembra temprana, los agricultores michoacanos buscan garantizar el abasto local, conservar una tradición de raíces prehispánicas y seguir fortaleciendo la economía rural mediante una flor que honra la memoria de quienes ya no están.