El huracán Beryl, el primero de la temporada atlántica de 2024, ha alcanzado la categoría 4, convirtiéndose en una amenaza significativa para el sudeste del Caribe. Con vientos que alcanzan ráfagas de hasta 200 kilómetros por hora, Beryl ha sido clasificado por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos como “extremadamente peligroso”.
Las autoridades en varias islas caribeñas han instado a los residentes a buscar refugio seguro, mientras se espera que el huracán toque tierra en la isla de Barbados el lunes por la mañana. Los informes locales muestran escenas de vientos poderosos ya afectando la isla, mientras los residentes se apresuran a asegurar sus hogares y abastecerse de suministros esenciales.
El Ministro de Asuntos Públicos de Barbados, Wilfred Abrahams, ha emitido una advertencia clara: “No salgan a ninguna parte hasta que se les dé luz verde”. En Bridgetown, la capital, largas filas se formaron en las estaciones de servicio y los supermercados se llenaron de personas en busca de alimentos, agua y otros productos de primera necesidad.
Este huracán es notable por ser el primero en alcanzar la categoría 4 en el mes de junio, según los registros del NHC. Además de Barbados, otras islas como San Vicente y las Granadinas, y Granada, están en alerta máxima, ya que podrían encontrarse en el ojo del huracán a partir del lunes.
El NHC ha advertido sobre las posibles consecuencias catastróficas de Beryl, incluyendo vientos huracanados, marejadas ciclónicas y olas destructivas. La población de la región caribeña se prepara para lo peor mientras monitorea de cerca el avance del huracán.
Las autoridades locales han intensificado las medidas de seguridad y han habilitado refugios para quienes necesiten evacuar sus hogares. Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los canales oficiales y seguir todas las indicaciones de las autoridades.