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Ni el soberanista Erdogan ni el pro-Estados Unidos Kilicdaroglu alcanzaron el porcentaje para ser elegidos presidente y se verán de nuevo las caras el 28 de mayo

Ninguno de los candidatos alcanzó el 50 por ciento de la votación, cifra indispensable para proclamarse presidente de Turquía, por lo que el 28 de mayo habrá segunda vuelta.

Por el actual mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, votó un 49 por ciento del padrón electoral, mientras que por el candidato de seis partidos de oposición, Kemal Kilicdaroglu, lo hizo aproximadamente un 45 por ciento.

Los sufragios obtenidos por una y otra parte no llegaron al porcentaje necesario para levantarse como triunfadores de la elección presidencial turca de este 14 de mayo.

El resultado envía a la nación otomana a una segunda vuelta en los comicios en dos semanas.

Se espera que la participación sea semejante a la alcanzada este domingo, cuando de los 64 millones de empadronados, un 80 por ciento, es decir, unas 51 millones 200 mil personas, se volcaron a las calles a votar.

La importancia de Turquía

Cabe señalar que Turquía es el segundo ejército más poderoso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), además de tener una posición geográfica estratégica.

Militarmente, Turquía controla el acceso al Mar Negro y, comercialmente, se sitúa en el cruce de los ductos de gas y petróleo que van desde Oriente Medio hasta Europa, motivo por el que las elecciones presidenciales tienen una importancia vital

Erdogan parece buscar una salida de la alianza atlantista, pues el actual presidente turco culpa a los servicios de inteligencia de los Estados Unidos por el intento fallido de golpe de Estado que sufrió el 15 de julio de 2016.

Por su parte, Kemal Kilicdaroglu estaría más por fortalecer los lazos con Europa y Estados Unidos, con un eventual alejamiento del eje China-Rusia.

Turquía tiene una población de 84 millones de habitantes, con lo que de ingresar a la Unión Europea sería el país más poblado de ese bloque por encima de Alemania, que tiene 83 millones. Algo que, no obstante, luce cada vez más lejano.