Francia se ha convertido en el primer país en incluir el derecho al aborto en su Constitución, marcando un hecho sin trascendencia en la lucha por los derechos reproductivos de las mujeres a nivel mundial.
Con una votación abrumadoramente a favor de 780 votos a favor y solo 72 en contra, el Parlamento francés aprobó la primera modificación de la Carta Magna desde 2008, reconociendo así la libertad de las mujeres para interrumpir voluntariamente el embarazo.
La histórica sesión del Congreso del Parlamento, celebrada en el majestuoso Palacio de Versalles, fue calificada por muchos líderes políticos como una “victoria” y un motivo de “orgullo” para el país. El primer ministro Gabriel Attal destacó que esta reforma constitucional afirma que “el cuerpo de las mujeres les pertenece y nadie puede disponer de él en su lugar”.
El presidente Emmanuel Macron, aunque ausente del Congreso debido a las restricciones que impiden al presidente influir en el Legislativo, expresó su “orgullo francés” a través de las redes sociales y destacó el “mensaje universal” que Francia envía al mundo con esta decisión histórica.
La promulgación de la ley está programada para el próximo viernes, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos de la Mujer. Macron anunció que esta vez la ceremonia será pública y se llevará a cabo frente al Ministerio de Justicia, subrayando así la importancia y el simbolismo de este paso hacia la igualdad de género en Francia.