El coronel retirado José Manuel Jiménez Miranda sigue evadiendo a la justicia, a pesar de que existe una orden de aprehensión en su contra por su presunta participación en el asesinato del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido el 1 de noviembre de 2025.
La Fiscalía General del Estado de Michoacán ha señalado que Jiménez Miranda es una pieza central en la investigación del homicidio, al estar identificado como jefe de escoltas de Manzo y como el responsable de reclutar al grupo de policías municipales que integraban su primer círculo de seguridad.
Por este crimen, siete policías municipales fueron detenidos y vinculados a proceso por el delito de homicidio calificado. Todos ellos fungían como escoltas del entonces alcalde el día del ataque. Sin embargo, Jiménez Miranda es el único integrante del esquema de seguridad que logró darse a la fuga tras rendir su declaración ante las autoridades.
Actualmente, el excoronel es buscado en todo el país. El fiscal michoacano, Carlos Torres Piña, informó que por ahora no se ha contemplado emitir una ficha de búsqueda internacional, aunque sí se analiza la posibilidad de ofrecer una recompensa a quien proporcione información que conduzca a su captura.
José Manuel Jiménez Miranda fue ascendido al grado de coronel de arma en 2013. Su cercanía con Carlos Manzo se consolidó en agosto de 2024, cuando fue nombrado secretario de Seguridad Pública municipal de Uruapan, en un contexto de alta violencia tras la detención de René Belmonte Aguilar, alias “El Rino”, identificado como jefe de plaza del CJNG en la región.
No obstante, su paso por la dependencia fue breve. A menos de un mes de asumir el cargo, dejó la Secretaría de Seguridad tras señalamientos por una presunta agresión a su esposa. Aunque el gobierno municipal indicó que no existían denuncias formales, el entonces alcalde afirmó que no habría impunidad y que la salida se dio de manera voluntaria.
Pese a ese antecedente, casi un año después Carlos Manzo volvió a confiar en Jiménez Miranda, esta vez como responsable de su esquema de escoltas, luego de que se autorizara protección especial ante el recrudecimiento de la violencia en Uruapan. La decisión incluyó priorizar a policías municipales sobre elementos federales, colocando nuevamente al excoronel en el centro de la estrategia de seguridad que derivó en el asesinato del alcalde.








