La Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) exhortó a la Iglesia a respetar plenamente la autoridad comunal y la función cultural que ha adquirido el Exconvento Franciscano de Santa Ana, en Tzintzuntzan, gracias a la organización de la comunidad y a la coordinación del Consejo Directivo del Centro Cultural.
“El Exconvento Franciscano de Santa Ana en Tzintzuntzan no es propiedad de la Iglesia y es preocupante que las autoridades eclesiásticas insistan en querer tomar posesión del inmueble”, manifestó la titular de la dependencia, Tamara Sosa Alanís.
Dijo que la intromisión del clero en los bienes de las comunidades originarias es totalmente inaceptable y anacrónico, pues desconoce la historia de nuestro país que, en el siglo XIX, debido a una Guerra de Reforma, eliminó la posibilidad de que el poder eclesiástico tuviera acceso a la propiedad de bienes públicos.
Reafirmó que el Estado es un garante del respeto a los usos y costumbres de la comunidad y a la decisión que las autoridades tomen para su resguardo, pues debe anteponerse la unión de la población.
Sosa Alanís agregó que la nueva realidad en Michoacán obliga al Estado, a la sociedad y a la Iglesia a escuchar y respetar a las comunidades indígenas a efecto de generar una nueva forma de diálogo con las comunidades originarias.
Recordó que el Exconvento está en resguardo de la comunidad y que desde el 2012 se abrió al público como Centro Cultural Comunitario Tzintzuntzan con la inauguración del Museo Antiguo Convento Franciscano de Santa Ana, parte de la Red de Museos del INAH, en donde se exhibe acervo prehispánico y virreinal, lo que lo ha convertido en un lugar de encuentro comunitario, así como de difusión cultural.
En ese sentido, instó a que el poder eclesiástico se abra al diálogo con la comunidad, tomando en cuenta que existe un sistema normativo de acuerdo a sus usos y costumbres, para que se logre una sana convivencia y se evite conflictuar internamente a la población