En medio de la temporada de incendios forestales en Michoacán, Morelia se destaca como la zona más afectada, registrando más de 80 incendios en lo que va del año. Mientras el alcalde Alfonso Martínez Alcázar se encuentra en campaña por la reelección, la capital sufre la devastación de sus áreas naturales.
El más reciente incendio ocurrió en la Loma de Santa María, una área natural protegida en el sur de Morelia. Los bomberos municipales, a pesar de la falta de apoyo y recursos por parte del municipio, fueron los primeros en llegar para combatir el fuego. Junto a ellos, vecinos del sur de la ciudad y activistas se sumaron a la lucha, identificando que el incendio fue provocado por especuladores interesados en el cambio de uso de suelo.
Los bomberos, enfrentando la oscuridad y las difíciles condiciones del terreno, lograron controlar el fuego antes del amanecer. Sin embargo, su valiente esfuerzo ha pasado desapercibido y sin reconocimiento por parte de las autoridades municipales.
Desde hace seis años, se ha alertado sobre la presión y el riesgo para áreas naturales como la Loma de Santa María. En los últimos tres años, la administración municipal de Morelia ha prácticamente abandonado la vigilancia de estas zonas protegidas dentro de la ciudad.
Este año, Morelia ha perdido más de 3 mil hectáreas de suelos forestales debido a los incendios, representando más del 10% del total estatal en 2024. Pese a este preocupante panorama, la administración de Alfonso Martínez Alcázar ha acumulado deudas con las brigadas forestales encargadas de proteger los bosques, una situación denunciada por la Comisión Forestal del Estado de Michoacán (Cofom) al inicio y en medio de la temporada de incendios.