El reconocido multimillonario y emprendedor, Elon Musk, conocido por ser el fundador de SpaceX, propietario de Tesla y la red social X (anteriormente Twitter), hizo declaraciones sorprendentes durante su visita a la frontera sur de Estados Unidos el jueves pasado. Musk afirmó ser “extremadamente proinmigrante” y abogó por la entrada de personas trabajadoras y honestas en el país.
Sin embargo, sus palabras estuvieron acompañadas de condiciones claras. Musk dejó en claro que no aprueba el ingreso de personas que “rompen la ley”. Además, expresó su preocupación por la situación en Nueva York, donde la llegada de un gran número de inmigrantes en los últimos meses ha ejercido presión sobre las autoridades locales. Musk comentó: “Si Nueva York no puede asumirlo, ninguna parte del país puede”.
El empresario llegó a la frontera con la intención de ofrecer una visión “sin filtros” de la realidad en la zona, aunque no interactuó con los migrantes que esperaban ser procesados por las autoridades. En cambio, el congresista republicano Tony Gonzales, quien lo acompañaba, aprovechó la oportunidad para culpar a la Casa Blanca por no tomar medidas más contundentes para reducir la cantidad de cruces ilegales en la frontera.
Las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) muestran un aumento significativo en las detenciones de migrantes irregulares a lo largo de la frontera con México durante el mes de agosto, con aproximadamente 200,000 detenciones, lo que representa un incremento del 25 % en comparación con julio y la cifra mensual más alta del año.