El lamento arquitectónico bajo la gestión de Alfonso Martínez

En el aniversario número 32 desde que la UNESCO declaró a Morelia como Ciudad Patrimonio, la joya arquitectónica enfrenta una agónica realidad. Alfonso Martínez Alcázar, señalado por negligencia, ve cómo 30 edificios son catalogados de “alto riesgo” por Protección Civil debido a la falta de mantenimiento y supervisión municipal.

A pesar del valor económico, cultural y arquitectónico del centro histórico, más de 1,100 inmuebles considerados parte del Patrimonio Histórico de la Humanidad están en deterioro, con casi 400 en malas condiciones. Mientras el patrimonio se desvanece, la reconstrucción tras colapsos parece paradójica, evidenciando la falta de medidas preventivas.

Caminar por el primer cuadro revela edificios abandonados, sostenidos precariamente con polines de madera. La ciudad, cuya planificación urbanística fusiona el Renacimiento español con la experiencia mesoamericana, ve comprometida su esencia.