El centro de gravedad de la guerra en Ucrania, a punto de virar  

De acuerdo al analista Pepe Escobar, al concluir el conflicto entre Rusia y Kiev las elecciones de Turquía serán determinantes

 

Acento News

 

Estados Unidos ya ha obtenido de sobra lo que buscaba con la guerra en Ucrania a la que, ahora, necesita llevar a término; sin embargo, Rusia no parece facilitarle las cosas.

 

Así puede leerse la última columna en The Cradle del analista geopolítico Pepe Escobar, “Gambitos audaces en el tablero de ajedrez de Asia occidental”, en la que el brasileño señala que aun cuando Rusia sea incapaz por el momento de ayudar a Siria para ponerle un alto a los grupos liderados por Estados Unidos en la región (los cuales continúan sacando petróleo sirio) sí que lo tiene maniatado en Ucrania, toda vez que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no quiere aceptar una derrota militar tan estrepitosa como la que está a punto de producirse.

 

“La guerra de poder en Siria, respaldada por el Imperio y sus equipos terroristas, incluida la ocupación de territorios ricos en recursos y el robo masivo de petróleo sirio, continúa a pesar de que Damasco ha ganado la partida.

 

“Esa ventaja, debilitada en los últimos años por un aluvión de sanciones económicas occidentales, ahora está creciendo exponencialmente: el estado sirio se vio reforzado por la reciente visita oficial del presidente iraní Ebrahim Raisi, que prometió expandir los lazos bilaterales, en vísperas del regreso de Siria al Liga Árabe”, escribe Escobar.

 

Aun cuando Estados Unidos continúe su política de dividir, Arabia Saudita, Irán, Siria y el resto de la Liga Árabe, liderados por Rusia y China, acabarán por imponer la paz en el Medio Oriente, con lo que a la OTAN no le quedará sino acabar por rotar a Taiwán de una vez por todas.

 

No obstante la victoria que se divisa en el horizonte, los rusos temen que Estados Unidos siga manteniendo células en territorio ucraniano, por lo que un acuerdo de paz con la OTAN debería garantizar el desarme de cualquier grupo, así como el aval de que no habrá armas nucleares desplegadas cerca de las fronteras de Rusia.

 

“En la práctica, lo que Moscú está haciendo actualmente es realpolitik: golpear a la OTAN en el campo de batalla hasta que se debilite lo suficiente como para aceptar una Operación Militar Estratégica (SMO). El SMO incluiría necesariamente una zona desmilitarizada entre la OTAN y Rusia, una Ucrania neutral y ningún arma nuclear estacionada en Polonia, el Báltico o Finlandia”, afirma Pepe Escobar.

 

Sin embargo, cualquier eventual acuerdo de paz pasa por Ankara: lo que se juega este domingo 14 de mayo en Turquía con las elecciones presidenciales puede marcar los próximos eventos, con Estados Unidos operando a favor del candidato de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, quien podría terminar de alinearse con la OTAN, con lo que la integración euroasiática dejaría de lado al país que aún preside Recep Tayyip Erdogan.

 

Escobar, sin embargo, expresa que quizá Kemal Kilicdaroglu no se atrevería a darle la espalda a Rusia, China e Irán, porque ello implicaría posicionarse del lado perdedor, fuera de la Ruta de la Seda, del grupo de los BRICS+ y de la Organización de Cooperación Shanghái, lo que desde su punto de vista sería un gran error estratégico que, con todo, entorpecería momentáneamente el avance ruso-sino en la región.