En 2020, cuando la pandemia de Covid-19 paralizó al mundo y nos confinó en nuestras casas, hubo un disco de música pop que, a nivel mundial, hizo tolerables aquellos días: Future Nostalgia, de Dua Lipa.
Don’t Start Now, Hallucinate, Levitating y Physical se convirtieron en favoritos instantáneos por su mezcla de música disco, funk, pop ochentero y sintetizadores potentes que daban una versión revitalizada, moderna y neón, de música que ya conocemos, pero que gracias a la voz gruesa de Dua Lipa y a una belleza innecesaria de describir, el disco se volvió un éxito mundial y por ello fue multipremiado.
Y quizá ahí radica parte de la magia del Future Nostalgia de Dua Lipa: el álbum se convirtió en un testimonio musical de los días de la pandemia sin importar la lengua o la nacionalidad, que al final es parte de la esencia de la música pop. Unir, comunicar, dar alegría, bailar, dar esperanza u olvidar, aunque sea por un momento, cómo se derrumba el mundo.
Y anoche, en el Foro Sol de la Ciudad de México, la promesa de verla en vivo se cumplió.
Familias con niñas y niños, grupos de amigos, parejas o personas solas, personas en sillas de ruedas, adolescentes y ex adolescentes en sus treintas o cuarentas. Todos se dieron cita para oír y ver en vivo, finalmente, aquellas canciones que nos ayudaron a soportar los días encierro y desesperanza. Por qué, ¿quién no bailó en la sala de su casa Hallucinatecon la fantasía de bailarla alguna vez en vivo? ¿Quién no planeó desde diciembre de 2021, cuando salieron a la venta los boletos, ir con sus amigos o novios?
Las divas del pop al rescate
Pero así como el Future Nostalgia fue parte importante del soundtrack de la pandemia, otros discos de pop y electrónica, particularmente hechos en su mayoría por mujeres, nos lanzaron grandes canciones como si fueran salvavidas para navegar en la incertidumbre de la pandemia. El premiado What’s Your Pleasure?, de Jessi Ware (quien se presentará en Ciudad de México el próximo 21 de octubre), el Róisín Machine, de Róisín Murphy, o Disco, de Kylie Minogue, son apenas tres botones de muestra de cómo las divas del pop ayudaron a tolerar el encierro.
Quizá, ahora que la coronavirus comienza a desaparecer, según la propia OMS, podría decirse que ese ciclo de discos de divas pop en la pandemia se cierra un poco con el enorme RENAISSANCE de Beyoncé, un disco que se alimenta de las raíces de la música negra en los 70 y 80, incluyendo el disco, el vogue, las referencias drag, el house y dance noventero. Los múltiples rostros de la vida nocturna en una pista de música continúa. La propia Beyoncé ha dicho que la creación del disco nació de la necesidad de libertad en medio de la desesperanza e incertidumbre de la pandemia.
Pandemia, pop y un sismo
El concierto de Dua Lipa fue una fiesta. Dos horas y una veintena de canciones para pasarla bien. Niños en los hombros de sus papás o novias en los hombros de sus novias. Gente bailando y coreando guiados por Dua Lipa y su séquito de bailarines y músicos.
Dua Lipa vino a México en 2017, pero en ese momento no era tan conocida, estaba muy lejos de ser la diva pop que es actualmente. De esa época datan canciones como Be The One o New Rules. Se presentó en el Corona Capital, en uno de los escenarios alternos. Ayer abarrotó el Foro Sol, que tardó cerca de dos horas en desalojarse.
El público mexicano ama a Dua Lipa y el sentimiento es mutuo. Con un español claro, aunque según ella no es perfecto y necesita estudiar más, la cantante agradeció al público en el Foro Sol y no tuvo freno al manifestar su amor a México, un país que ella constantemente visita como se puede ver en su Instagram o Twitter.
La ironía del concierto de Dua Lipa en la capital mexicana fue que ocurrió apenas unas horas antes de un nuevo sismo magnitud 6.9 que golpeó a 12 estados del país. En redes sociales circuló un video de la cantante después de haberse puesto a salvo en un bar donde se encontraba después del concierto. Hasta ahora, no ha dicho nada de la experiencia en sus redes sociales. Este 23 de septiembre se presentará en Monterrey.
Un sismo y un concierto como un recordatorio de que todo lo bueno se puede perder en un instante, pero que también existen las noches en las que familias, amigos, parejas, todos, por un momento nos olvidamos del mundo para cantar y bailar las canciones que nos han dado esperanza.
La nostalgia de un mejor futuro.