El expresidente Donald Trump se presentó ante un tribunal en Manhattan, Nueva York, en un juicio civil por fraude que podría tener graves consecuencias para su emporio empresarial y su posible candidatura a la reelección en 2024.
El caso, iniciado en septiembre de 2022 por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusa a Trump, sus dos hijos mayores y varios ejecutivos de inflar el valor de sus propiedades durante una década para engañar a bancos y aseguradoras.
Trump, acompañado por sus hijos y socios comerciales, no dudó en calificar el proceso como una “cacería de brujas” y expresó su descontento por tener que enfrentarse a un “juez sin escrúpulos”. El juez a cargo del caso, Arthur Engoron, ya dictaminó de forma provisional que el expresidente es responsable de fraude, lo que podría costarle una multa de 250 millones de dólares y la prohibición de ejercer como directivo en Nueva York.
Aunque se trata de un juicio civil sin riesgo de prisión, las implicaciones para la reputación empresarial de Trump son significativas. La fiscal James busca no solo una sanción económica, sino también la restricción de actividades empresariales de los Trump y la operación limitada de la Organización Trump durante cinco años.
El juicio se espera que se prolongue durante varias semanas, lo que podría impactar en los planes políticos de Trump de cara a las elecciones de 2024.