 
			Tras más de medio siglo sin celebrar a sus muertos, la plaza de Carrillo volvió a llenarse de vida, color y aroma a cempasúchil.
Después de 52 años en el olvido, vecinos, escuelas y colectivos rescataron la tradición de los altares de Noche de Muertos en este emblemático rincón de Morelia.
El regreso fue con todo: nueve altares y un imponente tapete de aserrín rodeando la fuente central rindieron homenaje a quienes partieron, pero también a quienes han dejado huella en la comunidad. Uno de los altares más visitados fue el dedicado a “Homero”, el activista ambiental que dedicó su vida a proteger a la mariposa monarca.
Otro altar llamó la atención por su originalidad: fue elaborado completamente con materiales reciclados, tanto que encantó a los visitantes… algunos incluso se llevaron de recuerdo una catrina hecha con botellas de plástico.
El ambiente estuvo lleno de música, velas y memorias. Vecinos, emocionados por ver de nuevo su plazuela llena de vida, celebraron el regreso de la cultura y la convivencia a este espacio dedicado a la madre, en el corazón de Morelia.
Participaron instituciones como el Colegio Plancarte, la Facultad de Historia de la UMSNH, la Funeraria Santa Cruz, El Elefante y el Sindicato de Trabajadores de Limpia del municipio, quienes unieron creatividad, tradición y cariño para devolverle su espíritu al lugar.
Entre veladoras y pétalos de flor de muerto, la plaza Carrillo volvió a ser punto de encuentro y de memoria colectiva.
Vecinos y comerciantes invitan a la ciudadanía a visitarla y disfrutar este homenaje que, más que mirar al pasado, celebra la vida y las raíces que mantienen viva a Morelia.
 
             
                         
             
                         
            







