En medio del aumento alarmante de casos de extorsión en Morelia, Michoacán, se revela un panorama desafiante donde las denuncias se han disparado en los últimos meses, superando incluso a otras ciudades reconocidas por situaciones de crisis.
A pesar de estas cifras inquietantes, el alcalde Alfonso Martínez Alcázar ha sido objeto de críticas por su negativa a reconocer la magnitud del problema y su falta de acciones contundentes.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que Morelia ha experimentado un incremento del 323% en las denuncias de extorsión en comparación con el año anterior, superando en un 417% la media nacional. Este aumento exponencial sitúa a la ciudad como epicentro de la extorsión en Michoacán, eclipsando a localidades con reconocidas crisis de seguridad.
A pesar de la gravedad de la situación, Alfonso Martínez se ha resistido a implementar medidas efectivas, como el uso oficial de la Policía Auxiliar para proteger negocios y empresas locales, a pesar de que la extorsión se ha convertido prácticamente en una rutina en la ciudad. Esta negativa de las autoridades locales ha generado un cuestionamiento sobre su capacidad y disposición para abordar esta creciente problemática.
El desafío persiste en Morelia, ya que la omisión de acciones contundentes por parte de las autoridades municipales parece agravar la situación, dejando a la población local vulnerable ante esta problemática.