Un equipo internacional de investigadores ha logrado cultivar órganos humanos en cerdos, abriendo nuevas posibilidades en la medicina regenerativa. Estos experimentos, que han generado riñones rudimentarios en cerdos modificados genéticamente, presentan implicaciones éticas y prometen revolucionar los trasplantes de órganos en el futuro.
El científico Esteban, originario de España,y su equipo chino en el Instituto de Biomedicina de Guangzhou, China, reprogramaron con éxito células humanas adultas para recuperar su capacidad de formar cualquier órgano o tejido del cuerpo. Esto allanó el camino para introducir células humanas pluripotentes en embriones de cerdo, previamente modificados genéticamente para evitar el desarrollo de riñones porcinos.
Estos embriones de cerdo-humano fueron llevados a cabo en cerdas durante 28 días, aproximadamente una cuarta parte del tiempo de gestación de los cerdos. Sorprendentemente, el 50% de las células en los riñones generados eran de origen humano, marcando un avance significativo en comparación con investigaciones anteriores.
Es importante destacar que estos avances continúan el trabajo previo del investigador español Juan Carlos Izpisua, quien en 2017 anunció la creación de embriones cerdo-humano con una proporción mucho menor de células humanas.
Estos experimentos iniciales, llevados a cabo en la Universidad de Murcia y en granjas murcianas, generaron un intenso debate ético antes de su autorización por una comisión de expertos adscrita al Instituto de Salud Carlos III, esta comisión estableció la condición de que los animales con células humanas no pudieran reproducirse.
Estos avances representan un gran avance en la investigación biomédica, abriendo posibilidades emocionantes en la regeneración de órganos y los trasplantes. Sin embargo, los dilemas éticos que plantean estos organismos híbridos, denominados quimeras, siguen siendo objeto de discusión a medida que la ciencia avanza en territorio desconocido.