En el corazón de Morelia, la Plaza de Armas se ha convertido en el centro de una creciente controversia debido a la instalación anual del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS). Lo que en un principio se presentó como un acto de solidaridad por parte del ayuntamiento, ha resultado en daños económicos incalculables para cientos de empresas turísticas y de servicios locales.

A más de 20 días desde su instalación, el FNLS no muestra señales de retirarse, a pesar de la celebración del Festival Internacional de Cine de Morelia y otros eventos que atraen al turismo internacional. Esto ha llevado a la preocupación de empresarios y locatarios en el área, quienes ven en esta situación una serie de sombras y posibles actividades comerciales turbias.

Alfonso Guerrero Guadarrama, líder de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico de Morelia, señala que existe evidencia de que se están lucrando con la venta de espacios en el autodenominado “tianguis de los pueblos indígenas”. Los espacios se venden a precios elevados, con la promesa de que se ocuparán durante 30 días, lo que afecta la imagen turística de la ciudad.

Además, la presencia continua del plantón en la Plaza de Armas viola el reglamento y el Bando Municipal que prohíbe cualquier actividad comercial e informal en la zona de monumentos del centro. Esta situación también podría poner en riesgo el prestigioso nombramiento de Ciudad Patrimonio de Morelia ante la UNESCO.

En resumen, la Plaza de Armas de Morelia se encuentra en el centro de un conflicto que involucra a comerciantes, empresarios, la administración municipal y manifestantes, dejando en evidencia las graves consecuencias económicas y culturales de esta situación anual.