La violencia en las cárceles colombianas ha alcanzado niveles preocupantes este año, con el trágico saldo de dos guardias asesinados en diferentes ciudades del país: uno en Cúcuta y otro en Cartagena. Además, según informes de la Oficina de Comunicaciones del Inpec a CNN, se han registrado cinco atentados contra personal penitenciario, y al menos diez funcionarios han recibido amenazas.
Ante esta escalada de violencia, el Gobierno colombiano ha declarado “emergencia carcelaria” en todo el país. La medida, anunciada por el ministro de Justicia, Néstor Iván Osuna Patiño, tiene como objetivo reforzar la seguridad en los penales, proteger al personal y combatir a los grupos delictivos que operan desde las cárceles.
Según el ministro, esta declaración permitirá desplegar más policías y militares en los centros penitenciarios que lo requieran, así como disponer de recursos adicionales de manera expedita. Además, se implementarán sistemas para inhibir la señal de teléfonos celulares y evitar que los delincuentes presos puedan comunicarse con sus cómplices fuera de la cárcel.
La decisión de declarar la emergencia carcelaria se tomó durante una sesión del Consejo Directivo del Inpec, luego de que el ministro de Justicia expresara su preocupación por la situación en las cárceles del país.