El senador Cristóbal Arias busca la candidatura de Morena para la gubernatura de Michoacán. A lo largo de varios meses realizó una intensa campaña de percepción, que consistió en crear la idea de que es -o era- el aspirante más fuerte para ser el candidato de Morena para la elección al Gobierno de Michoacán.

La costosa estrategia sostenida por más de 10 meses que puso al senador en el imaginario de la gente, fue derrumbada por alrededor de 20 mujeres, bajo el argumento de un legítimo rechazo por los presuntos antecedentes de violencia del senador sobre su esposa.

El colectivo de mujeres no hizo más que solicitar, pedir, exigir que los partidos políticos no postulen a hombres con pasados violentos. Ese día, fue un día negro para la carrera política del senador, que no le restó más que sonreír con un semblante de incredulidad y burla.

La estrategia de Cristóbal Arias, denominada «de librito», en la que era posicionarlo a través de diversas y constantes encuestas no bastó. Los números lo dicen y lo no cuantificable también.

Cristóbal Arias se cayó; Los números

No es coincidencia que Cristóbal Arias haya desaparecido de los medios de comunicación, incluso de sus redes sociales. Sin embargo, hay que dar un análisis más profundo. Esto no quiere decir que no envíe comunicados o que no publique en redes sociales, va más allá. El senador ha dejado de pagar publicidad para sus publicaciones y dejó de figurar en los medios de comunicación. Quizá sea parte de una ‘estrategia’ para que la gente olvide la mala imagen que se originó, o quizá y sólo quizá, ya se dieron cuenta que su probabilidad es prácticamente nula.

Las encuestas normalmente miden el nivel de conocimiento de un personaje, es decir, qué tan conocido puede ser, pero no necesariamente la intención del voto. En otras palabras, el senador podrá ser muy conocido, pero poco querido por la gente, por poner un ejemplo.

Lo intangible, Cristóbal Arias no será candidato

Ahora bien, el denominado círculo rojo -medios de comunicación y/o clase política- hacen lo que saben hacer, hablar sobre política. En dichas pláticas es ya común escuchar cada vez más que ‘Cristóbal no será’, ‘Al senador se le fue’, ‘De México ya dieron el mensaje de que él no va’, todos estos dimes y diretes no son más que el reflejo de lo que parece una realidad.

Los comentarios vertidos entre el círculo rojo difícilmente podrán ser medidos, pero es innegable que existe la atmósfera de un Cristóbal derrotado por su propio pasado. El colectivo de mujeres sólo detonó lo que se sabía que iba a pasar.

Por si fuera poco, una ola de feminicidios y violencia azotó a Michoacán, lo que acentuó el escabroso tema que atañe al senador.

Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo, los dos posibles dirigentes de Morena a nivel nacional ya se manifestaron al respecto. En un sutil, pero claro mensaje, declararon que no permitirán que en Morena se postulen personajes con pasado de violencia de género. Un clavo más a las aspiraciones del senador.

Cristóbal Arias no se dará por vencido, tal vez negocie con alguno del resto de los aspirantes, porque la tesis de que se vaya a otro partido está desechada, ¿o qué partido daría cobijo a un aspirante con presuntos negativos?