Durante la gestión de Alfonso Martínez Alcázar como alcalde de Morelia, el comercio ambulante en el centro histórico de la ciudad ha sido motivo de controversia. A pesar de las restricciones establecidas en el Bando Municipal para limitar la presencia de vendedores informales en zonas de monumentos y el riesgo de perder la designación de Ciudad Patrimonio de la Humanidad otorgada por la UNESCO, se han revelado acuerdos no divulgados entre la administración de Martínez Alcázar y las uniones de comerciantes.
Luviano Torres, líder de la Unión 25 de Noviembre, destapó estos acuerdos que involucraron a Antonio Garibay, director de Mercados, Nezahualcóyotl Vázquez, secretario de Servicios, y el propio alcalde de Morelia. Bajo la dirección de mercados, se ha autorizado que los vendedores ambulantes operen entre las 7:00 a.m. y las 10:00 a.m. todos los días, según informó el líder de la unión 25 de Noviembre.
Esta decisión ha llevado a una proliferación de vendedores ambulantes en el centro de la ciudad, especialmente de vendedores de tamales, quienes tienen permitido un horario de venta de tres horas diarias.
El Centro Histórico de Morelia es una de las zonas de mayor preocupación para las autoridades municipales, ya que la ciudad forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO debido a sus monumentos históricos. A pesar de los llamados de líderes empresariales y de la ciudadanía, el número de vendedores ambulantes ha continuado en aumento en los últimos años.
Actualmente, no existe un registro preciso de cuántos vendedores ambulantes trabajan a diario en la zona de monumentos de Morelia, pero es común encontrar vendedores de churros, aguas frescas, flores, dulces típicos, nueces y diversas artesanías.