Alfonso Martínez Alcázar deja corporación de bomberos con severas carencias de personal y recursos

La ciudad de Morelia, Michoacán, se encuentra ante un desafío crucial en cuanto a la protección ciudadana, especialmente en lo que respecta a la capacidad de respuesta y recursos disponibles de su cuerpo de bomberos. A pesar de ser una ciudad con una alta incidencia de incendios y accidentes vehiculares, la corporación de bomberos se ve severamente limitada por una serie de carencias que impactan directamente en su eficacia y seguridad.

Con solo 45 bomberos para atender a casi 1 millón de habitantes en la zona urbana, la ratio actual es alarmante: aproximadamente 1 bombero por cada 66 mil habitantes, muy lejos del estándar recomendado de 1 bombero por cada 2 mil personas según la NFPA. Esta falta de personal se traduce en turnos extenuantes de 24×48 horas, dejando a veces solo 15 bomberos disponibles para atender emergencias en toda la ciudad.

Uno de los puntos críticos es la escasez de unidades de bomberos y la falta de pipas para abastecer agua en caso de incendios. La corporación cuenta solo con 1 pipa operativa, teniendo que depender de otras 3 pertenecientes al OOAPAS para enfrentar incendios. Esto genera retrasos y limitaciones en la respuesta, poniendo en riesgo tanto a los bomberos como a los ciudadanos.

Recientemente, un incendio en un inmueble abandonado puso de manifiesto estas limitaciones, a pesar de contar con camiones recién adquiridos por el gobierno estatal. La falta de pipas adecuadas dificulta la acción rápida y efectiva de los bomberos, lo que podría tener consecuencias graves en situaciones de emergencia más amplias.

En lo que va del año 2024, se han registrado 741 incendios y casi 7 accidentes vehiculares diarios en la ciudad, subrayando la urgencia de abordar estas carencias de manera integral.