Ale Anguiano: Hay personajes de la política que deberían saber que la neutralidad no es igualdad y el machismo no se disfraza de equilibrio

¿Hay que preguntarnos si estas personas estarán de acuerdo en saldar la deuda histórica con las mujeres?

Morelia, Michoacán, a 17 de julio de 2025. Ale Anguiano, Secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas, señaló que las recientes declaraciones de personajes que se presumen de izquierda y progresistas, en las que califican como una fijación mental el anhelo legítimo de que una mujer gobierne Michoacán, no solo constituyen un agravio político, sino que revelan con crudeza el pensamiento machista que aún permea en los espacios de poder. “No puedo guardar silencio ante estas afirmaciones que simulan acompañamiento, pero que en realidad consolidan la exclusión” dijo.

Ale Anguiano señaló que, “Estos discursos están tejidos por falacias revestidas de sentido común. Pretenden, por ejemplo, igualar la neutralidad con la igualdad: dicen que nadie por encima de nadie, pero en un sistema históricamente desigual, esa aparente equidistancia solo perpetúa la injusticia. Es la vieja trampa de la falsa equivalencia: cuando no se reconoce el rezago estructural, toda neutralidad es conservadora, es neutralidad de derecha”.

“Cuando hablan de acompañamiento a la lucha de las mujeres, pero lo hacen desde un lugar de superioridad, sin compromiso estructural, y lo que es peor: descalificando el sentido político del feminismo. Acusan a quienes defendemos la paridad de vaciar los conceptos, cuando en realidad son ellos quienes los distorsionan para despojarlos de su potencia transformadora. Decir que el tiempo de mujeres ha sido sacado de contexto es, en sí mismo, un intento de desactivarlo como herramienta crítica. Esa apropiación tergiversada no es nueva; es parte de un patrón de cooptación discursiva que transforma demandas legítimas en eslóganes vacíos”, señaló la secretaria.

El tono que pretende ser conciliador pero que carga con la violencia de la condescendencia, es otra falacia de estos personeros del machismo, porque nos llaman a no ser “excluyentes ni oportunistas. ¿Desde cuándo exigir lo que nos corresponde por derecho se volvió oportunismo? ¿Desde cuándo una mujer que aspira a gobernar es una amenaza a la democracia? Esa idea de que el feminismo es un instrumento faccioso, utilizado para dividir o confrontar, no solo es errónea: es profundamente misógina”, remató Ale Anguiano.

Ale Anguiano dejó en claro que “lo más grave es la patologización del deseo político de las mujeres. Llamar fijación mental a la lucha por una gobernadora en Michoacán es pretender que el pensamiento feminista es una desviación, un síntoma, una enfermedad. Esa retórica, tan antigua como patriarcal, busca desautorizar a las mujeres no por sus ideas, sino por atreverse a pensar desde sí mismas”.