La ciudad de Morelia se encuentra sumida en una creciente ola de violencia, con más de 960 asesinatos documentados en los últimos 3 años, y a pesar de este contexto, el alcalde Alfonso Martínez Alcázar ha generado controversia al afirmar que los sábados y domingos son días inhábiles para sus responsabilidades como edil.

El mandatario, al ser cuestionado sobre sus actividades electorales durante los fines de semana, se defendió argumentando que tanto él como los funcionarios de primer nivel y los trabajadores del ayuntamiento tienen horarios que no se cruzan con los días de descanso.

Sin embargo, la realidad de los indicadores de violencia contradice esta percepción, evidenciando que los fines de semana son testigos de la mayor cantidad de incidentes relacionados con la violencia en la ciudad capital.

El pasado fin de semana, a pesar de la crisis de inseguridad y la preocupante ola de asesinatos, trabajadores del ayuntamiento y funcionarios del gabinete del alcalde participaron en sus actos de precampaña. Ante este escenario, Martínez Alcázar insiste en no separarse del cargo y se compromete a destinar sus fines de semana, así como las tardes de lunes a viernes, para concentrarse en sus aspiraciones proselitistas.

Esta postura ha generado críticas y cuestionamientos sobre las prioridades del edil, ya que parece volcar sus esfuerzos en la contienda electoral en lugar de abordar de manera efectiva la situación de inseguridad que afecta a la ciudad.