Para 2028, el acceso y distribución de agua potable en la Ciudad de México será insostenible para el gobierno, según investigadores de la Universidad Autónoma de México (UAM).
En conferencia de prensa, el coordinador general de la red de investigación del agua en la UAM, Roberto Constantino Toto, reafirmó la urgencia de reformular los sistemas de llenado en presas y gestión de aguas residuales.
De no tomarse estas medidas, “se estima que el Día Cero para la capital ocurrirá en 2028, mientras que otras estimaciones lo sitúan en 2050, pero independientemente de la estimación, es muy preocupante”, afirmó el especialista.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la UAM predicen que la Ciudad de México ya no podrá suministrar ni garantizar el acceso al líquido dentro de cinco años.
La causa de la tendencia es un aumento del consumo, la falta de mantenimiento de la infraestructura y una disminución de la recogida de agua de lluvia. Por ejemplo, durante la pandemia, el consumo de agua de la ciudad aumentó un 30%, mientras que se registró una pérdida del 40% como resultado de fugas causadas por un mantenimiento deficiente de la red.
Según Constantino Toto, la gestión del agua en la Ciudad de México no ha cambiado en los últimos 450 años. La crisis empeoró por las políticas gubernamentales que fueron rígidas a la luz de la creciente densidad de población en los últimos 50 años.