En medio de la creciente crisis hídrica que afecta a Morelia, surge una preocupante disparidad en el acceso al agua entre los residentes comunes y los privilegiados. Mientras que más de 150 colonias padecen cortes de agua y 500 carecen de conexión a la red hídrica, un selecto grupo de clubes de lujo continúa disfrutando de un suministro aparentemente inagotable.

La Organización de Usuarios del Agua de Morelia ha señalado que, en diez exclusivos clubes de la ciudad capital, se está desviando una cantidad significativa de agua para mantener baños de vapor, albercas, regaderas y jacuzzis, entre otras actividades recreativas. Este privilegio de acceso al recurso vital está reservado principalmente para los socios de estos clubes, muchos de los cuales tienen vínculos cercanos con el edil Alfonso Martínez Alcázar, conocido en el sector hotelero turístico de la capital.

Los cálculos estiman que estos clubes llegan a consumir hasta 1 millón de metros cúbicos de agua al año solo en regaderas y baños de vapor, lo que equivale al consumo diario de 87 mil viviendas, casi una tercera parte del total conectado a la red hídrica del municipio.

Lo más preocupante es que, a pesar de la urgencia de la situación y la necesidad de implementar medidas de conservación del agua, tanto la administración de Alfonso Martínez Alcázar como el Organismo Operador de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) no han tomado acciones para recortar el uso del agua en estos clubes elitistas. Esta falta de acción agrava aún más la inequidad en el acceso al agua, profundizando las divisiones sociales en la ciudad.

La crisis hídrica de Morelia no solo es un problema de escasez de recursos, sino también un reflejo de las desigualdades estructurales que persisten en la sociedad. Es imperativo que las autoridades tomen medidas inmediatas para garantizar un acceso equitativo al agua y para promover una gestión responsable de este recurso vital para todos los habitantes de la ciudad.