El huracán Otis dejó una estela trágica, con la pérdida de 29 embarcaciones turísticas, y un incidente especialmente desgarrador: el hundimiento del yate “Aca Rey”, que resultó en la trágica pérdida de 20 vidas.
La fuerza implacable del huracán llevó a un enfrentamiento desigual entre el poder de la naturaleza y la resistencia de las embarcaciones en la Bahía de Santa Lucía. Solo tres de 800 barcos lograron sortear la furia de Otis, dejando un paisaje marítimo desolador con únicamente tres flotando.
Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos, describió el intento desesperado de los tripulantes por enfrentar la tormenta desde sus barcos amarrados en boyas, un esfuerzo que en la mayoría de los casos resultó infructuoso.
El secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán, reveló la magnitud del desastre con el registro preliminar de embarcaciones hundidas y expresó la esperanza de evitar el hallazgo de más víctimas a medida que avanzan las labores de rescate.
A pesar de la devastación, se esperaba el arribo de un barco grúa con capacidad para remolcar las embarcaciones sumergidas, lo que podría ser un paso crucial para la recuperación y la posible mitigación de pérdidas adicionales.