Una seguidora argentina enfrenta prisión preventiva y prohibición de asistir a estadios tras proferir insultos racistas a un jugador brasileño en el enfrentamiento clasificatorio al Mundial 2026.
La jueza brasileña dictaminó la injuria racial como un “crimen grave recurrente”, subrayando la persistencia a pesar de advertencias multilingües durante el partido.
Testigos confirmaron que la hincha se refirió al jugador como un “pedazo de mono”. Además, 17 argentinos fueron detenidos por disturbios y desacato a las fuerzas de seguridad durante el juego. Uno de ellos fue prohibido de los estadios y debe comparecer ante el juez.
El tribunal criticó la falta de detención de aficionados brasileños involucrados en los disturbios. Los enfrentamientos en Maracaná llevaron a la retirada de los jugadores argentinos durante 17 minutos.